CLASES ABIERTAS DE MÚSICA
Los padres y abuelos han participado de las clases de música de sus hijos y nietos. Ana Ledesma nos cuenta el resultado.
Durante una semana, por primera vez hemos abierto las clases de Música a los padres de los alumnos de 2º a 5º curso de Primaria, para explicarles la importancia de la educación musical en el desarrollo de la inteligencia del niño. Los padres han podido participar cantando, bailando y tocando instrumentos de percusión junto a sus hijos.
Durante la clase, hemos ido explicando a los padres la relación entre el baile y las matemáticas y lengua: el baile les obliga a recorrer un espacio en un tiempo determinado, lo que implica que mentalmente tienen que dividir ese espacio en partes iguales para poder recorrerlo entero. Aunque al principio no resulta fácil para ellos, lo aprenden a base de práctica. Bailando también trabajan la geometría a través del cuerpo, porque se mueven trazando líneas paralelas, círculos, círculos concéntricos, triángulos y otras figuras. Se les enseña también a reconocer e identificar frases y semifrases, las comas, los puntos, los párrafos (sin hablar de ello) dentro de la música para poder bailarla, sentirla con el cuerpo. Por ejemplo, en cada semifrase se cambia de sentido, en cada frase se cambia de movimiento. Por último, el baile en grupo les obliga a respetar al compañero, a esperarle, a disfrutar del otro. Han bailado primero los niños solos y después los padres han salido a bailar con ellos. La clase se ha convertido en una verdadera fiesta.
También les hemos explicado la importancia de tocar un instrumento como la flauta, gracias a la cual se desarrollan mucho las conexiones neuronales, ya que el cerebro del niño está al mismo tiempo concentrado en que cada uno de los dedos tapen bien cada agujero, mientras siente perfectamente su tacto y aprende a mover los dedos en la posición adecuada y con la apertura de la mano necesaria para controlar los pequeños músculos de cada dedo. Al mismo tiempo, se está trabajando un soplo adecuado de aire y la articulación (el movimiento de la lengua) para que suene bien. Además, al estar tocando a la vez distintas voces, tienen que aprender a tocar su parte mientras escuchan otra parte distinta y no perderse.
Por último, hemos disfrutado mucho cantando y tocando instrumentos de percusión todos juntos. Se les ha hecho ver a los padres todos los factores que cabe tener en cuenta en el canto: afinación, impostación de la voz y relajación. También lo que supone tocar en grupo: puede que solo tenga que dar un toque de triángulo en toda la obra pero ese toque es fundamental, no me puede pillar distraído, requiere mucha atención y concentración desde que empieza la obra hasta el final.
Por otra parte, han podido comprobar que en música trabajamos especialmente la creatividad del niño y la manipulación. Les hacemos improvisar para que jueguen con la música, que puedan tocar lo que quieran y crear sus propias composiciones.
Estamos muy contentos de la buena acogida que esta iniciativa ha tenido entre los padres, que se han quedado muy sorprendidos, además de pasarlo muy bien con los niños, como era de esperar, han compartido emocionados una clase junto a ellos.
A continuación, y para todos los que no habéis podido participar, os dejamos un enlace que demuestra lo que la música provoca en el cerebro a nivel neuronal. No os lo perdáis.