Decía Pavese que “la única alegría en el mundo es comenzar. Es hermoso vivir porque vivir es comenzar, siempre, a cada instante”. La 10.ª promoción del Kolbe está a punto de empezar una nueva etapa, y para ello, siempre es necesario concluir otra. El pasado 9 de junio, nuestros alumnos de 2.º de Bachillerato celebraron su acto de graduación. Una ceremonia que daba por concluida una etapa vital de sus vidas, llena de aprendizajes, de conocimientos, de maduración y de crecimiento personal. Una etapa colmada de agradecimiento por parte de alumnos, profesores y familiares.
Durante la emotiva ceremonia no dejaron de sucederse gestos que mostraban la grandeza de los alumnos que se graduaban y cómo, por muchas promociones que salgan del Centro, cada uno de ellos siempre será especial para sus profesores. Lo mismo pasa a la inversa.
Así, Irene Llabrés, coordinadora de Bachillerato, Carlos García Rubio, tutor de los alumnos y Clara Fontana, directora académica del Centro, quisieron dedicar unas palabras a todos los asistentes y en especial, a los protagonistas del acto. Los propios alumnos también quisieron dirigirse a sus profesores compartiendo con los asistentes algunas expresiones que ellos mismos les repiten en clase.
Pero en todo este proceso, no podemos olvidar a los padres, que han acompañado a sus hijos a lo largo de estos años y nos han elegido a nosotros, al Colegio Internacional Kolbe, para formarles no solo académica, sino también humanamente. Por ello, Beatriz Vilzchez, madre de uno de los graduados, había preparado unas palabras para los que finalizaban su etapa escolar.
Compartimos con vosotros todos estos discursos, que no dejan de ser evidencia de lo bueno y bello que sucede en el Kolbe y de lo que supone educar con pasión, vocación y alegría.
