GRULLAS
Caminos en el cielo | Manuel Folgado
A pesar de que últimamente el verano amenaza con perpetuarse, con el pasar del verde al dorado, cada otoño aparecen los escuadrones de las grullas viajeras cruzando el cielo hacia el sur.
Primero no se ven, primero se escuchan, sobre nuestras cabezas el cielo suena. Algo tienen esos trompeteos de libertad que nos sacan de nosotros mismos y nos obligan a mirar hacia arriba. Y sí, son trompeteos más que cantos, trompeteos migrantes que llenan los caminos del cielo de ruidosa y simétrica perfección.
Verlas sobre el azul nos crea un geométrica nostalgia, una estampa elegante, antigua y nómada.
Buscan dehesas de matriarcales encinas y venerables alcornoques, descansan sobre lavajos neblinosos. Crestean por las serranías por los collados ventosos más favorables. Cruzan la península sobrevolando nuestras ciudades y nuestros atascos. Libres. Y a la vez aceptando, que seguir a otras es el camino más corto hacia la libertad. Siguen a las que conocen mejor el camino, se fían de las más expertas para encontrar los mejores caminos en el cielo. Se dejan enseñar.
Sobre las grullas
Las grullas son unas aves migratorias que pasan el verano en el norte de Eurasia y el invierno en el sur de la Península Ibérica y en el norte de África.Son aves de gran porte con con cuello y patas muy largos, que se agrupan en bandadas para migrar, buscar alimento o protección.Su característica formación en V, un eficiente ahorro energía volatinera y el constante contacto visual con el resto de la bandada les permite recorrer miles de kilómetros en unas pocas semanas desde el norte de Europa. Las típicas formaciones en “V” de reducen el efecto del viento de cara y los remolinos sobre los individuos que viajan atrás, porque la retaguardia del escuadrón viajero está reservada a los más jóvenes e inexpertos.
Su vuelo sonoro y ordenado ha provocado desde antiguo a hombres de todas los tiempos. Han sido representadas en pinturas rupestres de la Prehistoria. Homero alabó su canto en la Ilíada, Plutarco escribió sobre Teseo bailando como una grulla cuando derrotó al Minotauro y, según la mitología griega, el dios Hermes inventó la escritura viendo las formas que las grullas describían en el cielo, reduciendo los sonidos a caracteres, utilizando formas cuneiformes porque las grullas vuelan formando cuña.
Sorprende saber que palabras como geranio o pedigrí son una influencia directa de estas aves en el lenguaje. La primera significa grulla en griego, ya que las semillas de esta planta se parecen a la cabeza de estas; y la segunda procede de la expresión francesa pie de grulla por la similitud del árbol genealógico y la pata de esta ave.
De las quince especies de grulla existentes en el mundo, en España, es posible observar a la grulla común (Grus grus), entre los meses de octubre y marzo.
Dónde pueden verse
En cualquier lugar de la zona centro desde finales de octubre y hasta mediados de noviembre se pueden observar volando en dirección suroeste, solo hay que mirar hacia arriba cuando se escuche su trashumante trompeteo. Las dehesas extremeñas son el destino final de muchas de ellas, donde permanecerán hasta el final del invierno.
Sin embargo, existen dos lugares idóneos para observar grullas en de forma más segura en España este mes. Además, estos dos parajes resultan dos escapadas perfectas para disfrutar de un entorno natural:
- Reserva Natural de la Laguna de Gallocanta. (Entre Zaragoza y Teruel)
- Reserva Natural de La laguna del Hito (Cuenca), cerca también se puede visitar el Parque Arqueológico y la ciudad romana de Segóbriga.