El canto es la base de toda educación musical. La historia de la música occidental es una ininterrumpida confirmación de este axioma, desde las “Scholae Cantorum” gregorianas hasta las más recientes y novedosas experiencias pedagógicas. Es la forma perfecta de reunir en uno todo indivisible al compositor, al intérprete y al cantor.
La experiencia más personal e inmediata es la de hacer música con los propios medios fisiológicos, con la voz, y no con un instrumento ajeno a nosotros, que nos condiciona el disfrute y el gozo de la experiencia musical por los requerimientos técnicos previos ineludibles. El canto ha estado presente en los balbuceos iniciales de todo músico y es algo insustituible porque reúne la posibilidad de crear y de expresarse musicalmente.
Por todo ello, en el Colegio Internacional Kolbe consideramos fundamental la práctica y difusión de la música coral, no sólo como instrumento educativo para el enriquecimiento personal y el desarrollo de las capacidades musicales de sus alumnos, sino también por su compromiso hacia la sociedad, ya que a través de dicho grupo se desarrolla una actividad de un alto nivel y de una difusión artística continua.